“Saque a todos esos ladrones corruptos pa’ la calle” fue el clamor de la gente a El Ingeniero Rodolfo Hernández mientras recorría las cálidas calles de Valledupar. Entre versos y acordeones, Valledupar lo recibió con un cariño inmenso.
La educación, la inseguridad, la pobreza extrema y la falta de agua potable son los problemas que existen en un departamento que, paradójicamente, es uno de los mayores exportadores de palma de aceite y cacao del país, y donde la base de su economía es la producción ganadera y agrícola.
En Valledupar, El Ingeniero se reunió con ganaderos y el gremio gastronómico a quienes les aclaró las dudas del contrato social con las diferentes comunidades del país, siendo los jóvenes, liderados por Yan Carlos Padilla, los protagonistas de este recorrido por el Cesar. Escuchando a los cesarenses entendió que la mayor preocupación es que el departamento siga siendo gobernado por los mismos políticos que han llevado al 80% de la población a la pobreza.
Mientras caminaba por el corregimiento de Patillal, El Ingeniero presenció una escena que se ha convertido en el pan de cada día de los patillaleros: un carrotanque abasteciendo a las familias de esta región, porque a pesar de que en 2020 se aprobaron $10.495 millones en el OCAD PAZ para el acueducto, no se ha visto su primera piedra. Para la comunidad hay dos soluciones: recoger agua de los carrotanques o pagar para que desde Valledupar les traigan la que necesitan.
Con firmas, versos y pancartas que expresaban agradecimiento, en Valledupar, Codazzi, La Paz, Patillal y San Diego le dieron su voto de confianza a Rodolfo Hernández para que sea candidato y posteriormente, presidente de la República de Colombia para así poder cambiar la historia de un país que ha sido desangrado por décadas.
Septiembre 2021